Cada gota cuenta

Una de las consecuencias más importantes del Calentamiento Global y de los Cambios Climáticos derivados de dicho calentamiento, es la relacionada con los ciclos hidrológicos regionales y los cambios que podrían ocurrir en la cantidad y calidad de los recursos hídricos y en las obras hidráulicas construidas y por construirse.


El agua es uno de los recursos potencialmente más vulnerables a los cambios climáticos. A pesar del enorme volumen de agua que existe en el planeta, 1,41 mil millones de km3, sólo el 2% es agua dulce, la mayor parte de la cual (alrededor del 87%), se encuentra en capas de hielo, glaciares y aguas subterráneas, y un 13% (unos 2000 km3) es la cantidad de agua disponible, que se encuentra en ríos, lagos y otros cuerpos de agua dulce.

Los posibles impactos regionales de los cambios climáticos sobre el escurrimiento superficial y el caudal, deben evaluarse por medio de modelos hidrológicos adecuados y sobre la base de escenarios climáticos plausibles, de cambios en la precipitación, temperatura  y radiación, a objeto de precisar la sensibilidad de las características hidrológicas de una cuenca o región.

    También se requiere evaluar los posibles efectos, directos e indirectos, de los cambios climáticos (precipitación, temperatura y otras variables) sobre la evaporación, evapotranspi-ración y balance hídrico, a objeto de inferir las posibles consecuencias sobre la vegetación, los recursos hídricos y la producción agrícola.

    Las evaluaciones que se han hecho de los cambios climáticos globales, resultantes de las actividades humanas por el uso de combustibles fósiles, deforestación, actividades agrícolas y empleo de clorofluorocarbonos, se basan en los estudios realizados por medio de los modelos de circulación general de la atmósfera (llamados en inglés GCMs). De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos (IPCC por sus siglas en inglés), los cambios climáticos conducirán a una intensificación del ciclo hidrológico global, lo que podría generar importantes impactos sobre los recursos hídricos. Un cambio en el volumen y distribución del agua afectaría el suministro de agua subterránea y superficial, para fines domésticos, industriales, agrícolas, generación de energía, navegación, ecosistemas acuáticos, recreación y turismo basados en el recurso hídrico. Aún, pequeños cambios en la temperatura y precipitación, junto con las respuestas no-lineales en la evapotranspiración y humedad del suelo, pueden resultar en cambios relativamente grandes en el escurrimiento y los caudales, especialmente en regiones secas.

Entre los enfoques metodológicos desarrollados recientemente para abordar este problema, se señalan los siguientes:

  1.- Análisis de las variaciones a largo plazo en la escorrentía y elementos meteorológicos durante períodos del pasado,
  2.- empleo de métodos de balance hídrico durante un largo período de tiempo,
  3.- empleo de los modelos de circulación atmosférica, y
  4.- empleo de modelos hidrológicos deterministas.

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